Desde hace aproximadamente 1,500 años, pensadores como Agustín de Hipona, John Locke, Lysander Spooner, Frédéric Bastiat y, más recientemente, Murray Rothbard, han argumentado que los impuestos son equivalentes a un robo. Esto desafía la idea común de que los impuestos son necesarios para financiar al gobierno y sus servicios.
Entre los defensores de la idea de que los impuestos son un robo, encontramos a anarcocapitalistas, objetivistas, minarquistas, libertarios de derecha y voluntaristas. Ellos afirman que los impuestos violan el principio de no agresión, ya que el gobierno utiliza la fuerza para recaudar impuestos infringiendo los derechos de propiedad.
Hoy te damos a conocer el experimento mental conocido como "¿Cuántos hombres?"
El objetivo es determinar cuando un robo pasa a ser legítimo respaldado por una mayoría democrática, que además fundamenta su accionar con una supuesta redistribución, si tomamos la última pregunta solo aislada el robo no solo parece legítimo sino además una acción por el bien común, pero si tomamos la última pregunta y la asociamos directamente con la primera nos encontraremos frente a una disyuntiva.
Las preguntas generalmente se estructuran de la siguiente manera:
¿Es un robo si un hombre roba un automóvil?
¿Qué pasa si una pandilla de cinco hombres roba el auto?
¿Qué pasa si una pandilla de diez hombres vota (permitiendo que la víctima vote también) sobre si está bien robar el automóvil antes de hacerlo?
¿Qué pasa si cien hombres toman el auto y le devuelven una bicicleta a la víctima?
¿Qué pasa si doscientos hombres no solo le devuelven una bicicleta a la víctima, sino que también le compran una bicicleta a una persona pobre?
Porqué en la primera pregunta el dueño del auto es una víctima y en la última parece no serlo tanto? No se violó acaso su derecho de propiedad de la misma forma en cada una de las preguntas, no nos genera esto la necesidad de repensar como organizarnos como sociedad en vez de aceptarlo ciegamente?
En resumen, el debate sobre si los impuestos son robos o no involucra cuestiones morales, legales y filosóficas. Mientras algunos argumentan que los impuestos violan los derechos de propiedad, otros defienden que son necesarios para financiar servicios públicos y el bienestar común. Las opiniones varían ampliamente, y creemos que esta discusión merece más atención.
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